Estrategias y tácticas para la dirección de organizaciones
Muchos autores concluyen en referencia a los conflictos en las organizaciones, que no son más que producto de la falta de planeación y de asignación de responsabilidades en personas capaces para ejercerlas (Gestión por competencias).
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A esto podemos agregarle, la necesidad de un ambiente de trabajo cómodo, relajado en donde reine una cultura organizacional sustentada en valores y principios muy fuertes.
Aunque, parezca utópico, es la madurez de la organización y su permanente disposición en preservar los programas de capacitación y desarrollo lo que da sus frutos más temprano que tarde.
Sin embargo, cada vez que se presenta un conflicto, las organizaciones inteligentes, aquellas que aprenden permanentemente, van corrigiendo sobre la marcha sus algoritmos hasta instrumentar en manuales de procedimientos todos los procesos de tomas de decisiones.
Hoy en día, con la ayuda de herramientas de gestión de negocios como el software, se ha logrado mejorar muchísimo en esa dirección. Cada miembro de la organización mantiene tareas muy específicas y sabe que todas sus acciones impactan en el bien más preciado de la organización, los clientes; así es la gestión basada en procesos.
Las nuevas tendencias de la gerencia moderna, está orientada a fomentar el liderazgo colectivo, de manera de evitar concentrar el poder en pocas personas o grupos.
Esto sin dudas, va en contra de la naturaleza de los sindicatos, quienes avanzan en la dirección contraria y amenazan muchas veces a los empresarios con cerrar sus instalaciones.
Existen empresas que promueven la incorporación de personas con un fuerte temperamento, que de hecho saben pudiesen ser conflictivas, de hecho lo son, sin embargo, se busca con esto promover las diferencias para agregar valor a la organización.
Por lo general éstas contrataciones, están dirigidas a personas con un comprobado perfil académico, y una experiencia previa incuestionable.
En fin, la base de la diatriba y el conflicto gestionado correctamente desde el inicio es una oportunidad para impulsar la innovación, siempre existirá una manera mejor de hacer las cosas (Robbins, 1994).
Ninguna organización se escapa de la presencia de conflictos entre grupos o personas en su estructura. Lo importante es que la empresa, monitoré permanentemente y de manera metódica, e identifique los focos de conflictos y gestione su manejo correcto para evitar que se afecte sus intereses.
Una de la acciones de los tiempos modernos en las organizaciones, es promover una base amplia de participación de los actores para así atomizar la concentración del poder en pocas personas.
Diferentes autores señalan conveniente promover el liderazgo colectivo por encima del individual, para ello, este elemento debe ser incorporado a la cultura de la organización y trabajar con compromiso para que éste se practíque tal cual.
Ésta fórmula de la gerencia moderna crea grupos de trabajo más comprometidos y motivados al logro.
Existe el consenso declarado en que una dosis de conflícto en una organización es saludable, se promueve la competencia sana y la innovación, además que bien gestionado contribuye a la instrumentalización de los procesos, de manera de convertir decisiones no programadas en decisiones perfectamente estructuradas o programadas, lo cual es una fortaleza para la empresa y la aleja de la improvisación (Gibson, 1997).
Trabajos citados
(s.f.). Cali, Colombia: Prensa Moderna 4ta Edición.
Gibson, J. (1997). Las
organizaciones. Comportamiento, estructura, procesos. Colombia:
McGraw-Hill / Irwin.
Robbins, S. (1994). Comportamiento
Organizacional. Conceptos, controversias y aplicaciones. México: Hall
Hispanoamericana, S.A.